Categoría Agrobiotecnología

Raquel Chan recibió el Premio Fundación Bunge y Born 2023 en Agrobiotecnología

La sexagésima edición de los Premios Científicos Fundación Bunge y Born celebró su destacada contribución en Agrobiotecnología, mientras que el Premio Estímulo se compartió entre Federico Ariel y Gabriela Soto.


La Fundación Bunge y Born distinguió a los ganadores de los Premios Científicos 2023, que este año están enfocados en la Agrobiotecnología. Raquel Chan y Federico Ariel fueron seleccionados por el Comité de Selección y el Jurado de la Fundación Bunge y Born como científicos líderes en esta disciplina en el país.
La ceremonia de entrega de estos premios se llevó a cabo el 2 de octubre en la Sala Argentina del Centro Cultural Kirchner, en la ciudad de Buenos Aires. En el estrado principal se ubicaron Jorge Born, presidente de la Fundación Bunge y Born; Daniel Filmus, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación  de la Nación; Gerardo della Paolera, director ejecutivo de la Fundación; el presidente del jurado Néstor Carrillo, y las premiadas Raquel Chan y Gabriela Soto.
Estuvieron presentes Ana Franchi, Presidenta del CONICET; Adriana Ortolani, decana de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB); Laura Cornaglia, la secretaría de Ciencia, Arte y Tecnología de la Universidad Nacional del Litoral (UNL); una comitiva del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL);  miembros del Comité de evaluación, autoridades nacionales, provinciales, familiares y amigos.
En su discurso de apertura, el presidente de la Fundación, felicitó a Raquel Chan y celebró los logros en la Agrobiotecnología, una rama muy moderna del gran tronco de la Agronomía tradicional. "La doctora Chan es una excepcional científica, logró avances tecnológicos para permitir los cultivos en zonas de mayor estrés hídrico, revolucionando la producción agrícola en nuestro país. Un equilibrio perfecto entre modernidad y los valores tradicionales expresados por una mujer de enorme valor social." A su vez, citó las palabras de Lorenzo Parodi, primer ganador del premio en el área de Agronomía: "El agrónomo es una persona que dedica su actividad a mejorar el bienestar de la sociedad. Es el artífice de la multiplicación de los panes del Creador, de las fibras que abrigan el cuerpo humano. Su herramienta es la planta que emplea para condensar la poderosa fuerza del sol en el suculento bocado que mitiga el hambre del mundo".
A su turno, Chan agradeció a las instituciones que apoyaron las investigaciones de su grupo de trabajo a lo largo de los años: la UNL, la FBCB, el CONICET, la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, la empresa Bioceres, y especialmente, a la Fundación Bunge y Born, "quienes no solo me honran con este premio, sino por el apoyo continuo que brindan a la ciencia y por dar entidad por primera vez a una disciplina como la Agrobiotecnología, esta mezcla rara entre las ciencias agrarias y la biotecnología”. A su vez destacó el apoyo de su equipo de trabajo: "En este momento en que el individualismo parece ser preponderante, quiero expresar que todos los logros son fruto de un esfuerzo colectivo, del trabajo en equipo. La mayor satisfacción será que me superen, como debe ser."

Contribución pionera en Agrobiotecnología
Raquel Chan es profesora titular de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB), especializada en biología molecular y celular de plantas, así como en ingeniería genética. Uno de sus logros más destacados fue la creación de un ambiente propicio para la investigación en biotecnología vegetal, el Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL) CONICET - UNL,  que en sus inicios funcionó en la FBCB y luego se trasladó al Predio del Centro Científico Tecnológico CONICET en la ciudad de Santa Fe.
Además, desempeñó un rol fundamental en la exitosa transición de la investigación científica básica hacia aplicaciones significativas en el campo de la agrobiotecnología, gracias a su participación en consorcios público-privados. Sus investigaciones permitieron el desarrollo de productos que actualmente se comercializan y utilizan en diversos países. Su aporte más sobresaliente fue la tecnología HB4, que confiere tolerancia al estrés por déficit hídrico en cultivos como el girasol, la soja y el trigo, lo que permite mantener altos rendimientos incluso en condiciones climáticas adversas y de sequía.
Su trayectoria fue elogiada por el jurado, que la calificó como una científica de renombre tanto a nivel nacional como internacional. Su prestigio como investigadora se suma al éxito en la transferencia de resultados científicos de alta calidad al desarrollo de productos agrobiotecnológicos cruciales para abordar los desafíos del cambio climático. Ha registrado nueve patentes, publicado cerca de 100 trabajos en revistas especializadas y desempeña un rol activo en la formación de recursos humanos en el campo de la agrobiotecnología.
"El crecimiento de la población mundial requiere una mayor producción de alimentos y de energía. Tenemos que hacer mucho más para producir más alimentos de forma más sustentable y con respeto al medioambiente y sobre todo cuidando el agua, nuestro recurso más precioso. La falta de agua es el limitante en la agricultura y produce el 50% de pérdidas a nivel mundial, tenemos que hacer más de lo que hicimos y este premio nos compromete a eso, y lo asumo hoy y sé que lo asume mi equipo de trabajo", afirmó la investigadora.

La Fundación Bunge y Born, en su sexagésima edición de los Premios Científicos, reconoce así el valioso aporte de estos científicos a la Agrobiotecnología, un campo fundamental para el futuro de la agricultura en un contexto de desafíos climáticos y ambientales.

Premio Estímulo
Este año, el galardón es compartido entre Federico Ariel, investigador graduado de la FBCB, quien desempeña su labor en el IAL, y Gabriela Soto, investigadora del Instituto de Agrobiotecnología y Biología Molecular (IABIMO, CONICET-INTA).
Ariel, no pudo estar presente en la ceremonia porque se encuentra participando de un proyecto de investigación en Francia, en el marco de un Laboratorio Internacional Asociado entre ambos países, pero envió su agradecimiento a la Fundación y un saludo virtual que fue transmitido en la sala: "Es muy importante que mi generación de científicos y científicas dediquemos creatividad y esfuerzo en el diseño de soluciones más amigables con el ambiente y la salud humana. En todas las áreas de desarrollo tecnológico, en pos del bienestar de las personas y la sostenibilidad del planeta".
La línea de investigación de Federico, busca desarrollar nuevas técnicas que sustituyan a los pesticidas en el cultivo de hortalizas y frutas. Su enfoque se centra en el uso del ácido ribonucleico (ARN) de interferencia, una tecnología no transgénica que inmuniza los cultivos contra patógenos específicos como hongos, insectos y virus. Esto tiene como objetivo mejorar la productividad de los cultivos de manera amigable con el ambiente y la salud humana.
A través de esta distinción el jurado premió la calidad de su producción científica y su compromiso en la generación de insumos agrobiotecnológicos altamente innovadores, introduciendo tecnologías disruptivas en el mercado.