Investigador del IAL galardonado

Federico Ariel, Premio Fima Leloir 2019 “A la Excelencia Científica de Jóvenes Investigadores”


Federico del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral, busca desarrollar nuevas estrategias de agricultura sustentable. 

 

Federico Ariel, un biólogo vegetal de nuestro instituto ganó el Premio Fima Leloir 2019 “A la Excelencia Científica de Jóvenes Investigadores”, una distinción instituida por Josefina Hortensia “Fima” Leloir, sobrina y ahijada del doctor Luis Federico Leloir, Nobel de Química 1970.

Para el premio se postularon 170 investigadores jóvenes que cumplían con los requisitos de la convocatoria: haber obtenido el título de doctor con menos de 10 de años de antigüedad, residir en Argentina, pertenecer al sistema científico, y contribuir de forma destacada en las áreas de las ciencias biomédicas, la biología o la fisiología.

Federico, dirige del Laboratorio de Epigenética y ARNs No Codificantes del IAL y en relación al galardón recibido expresó “Es un reconocimiento que trasciende mi persona, pues evidencia, en primer lugar, la solidez de la biología vegetal como disciplina en Argentina”. Y agregó: “Me honra recibir un premio que evoca la memoria de uno de los precursores fundamentales del desarrollo científico argentino, Luis Federico Leloir, y haber sido seleccionado entre tantos jóvenes colegas a los que admiro”.

Los estudios que le granjearon el premio se relacionan con la genética y epigenética de las plantas. Llamativamente, apenas una pequeña porción de todo el ADN tiene instrucciones para fabricar secuencias de proteínas. El resto se conoce como ADN “no codificante”, y durante décadas se lo consideró “ADN basura”, sin ninguna función aparente.

“Sin embargo, en los últimos años han surgido numerosos estudios que demuestran que en realidad el ADN no codificante puede igualmente transcribirse a ARNs [mediadores entre la información genética del ADN y la síntesis de proteínas], que cumplen muy diversas funciones en el desarrollo de los seres vivos”, explicó Federico. Y agregó que la “desregulación” de esos segmentos genéticos está asociada a numerosas enfermedades humanas y animales, además de participar en la adaptación de las plantas al ambiente.

Federico y su equipo han arrojado luz sobre cómo ARNs no codificantes se encargan de regular la distribución de los genes de las plantas en el espacio del núcleo celular, es decir, cómo se ordena la información hereditaria en tres dimensiones. “Esta organización tiene un impacto directo en la expresión de los genes y en el desarrollo de los organismos”, explicó.

Ante el “devastador” avance de la humanidad sobre la naturaleza, “urge pensar nuevas estrategias de agricultura sustentable que respeten nuestro planeta”, y agregó que para alcanzar ese objetivo “es necesario comprender mejor cómo funcionan las plantas, cómo convergen en su desarrollo las señales internas del organismo y las condiciones del ambiente”. Sus estudios, que incluyen la experimentación con Medicago truncatula, una especie modelo de las leguminosas de alto valor económico y nutricional, la planta Arabidopsis thaliana, y el tomate, también pueden contribuir a mejorar el rendimiento de los cultivos.

Federico hizo su posdoctorado en el Instituto de Ciencias de las Plantas Paris-Saclay (IPS2), en Francia, y volvió a Argentina como científico repatriado a comienzos de 2016 para montar su propio laboratorio. “Regresé en una época difícil por la fuerte desinversión y asfixiante ajuste que se aplicó al sector de la ciencia y tecnología. El esfuerzo que hicimos como equipo fue enorme, y seguimos luchando por llevar adelante nuestros proyectos”, aseguró. Al recibir el galardón, Ariel afirmó: “Entiendo este premio como un reconocimiento a la resistencia”.

(Gentileza Bruno Geler, Fundación Instituto Leloir)