El origen de una flora terrestre se remonta a la era paleozoica, en el período denominado
Ordovícico hace 450 millones de años, y requirió la adaptación a nuevos estímulos bióticos
y abióticos. Los cuerpos oleosos de Marchantia polymorpha (una briofita usada como modelo)
se desarrollan dentro de células especializadas. En una publicación en la revista Current
Biology (2020), realizada en colaboración con Max Planck Institute de Alemania, un grupo de
investigadores del Laboratorio de Biotecnología Vegetal del IAL describió el rol de los
cuerpos oleosos en la defensa contra herbívoros e identificó al factor de transcripción C1HDZ
controlando la formación de los cuerpos oleosos. A diferencia de las plantas con flores, donde
los factores de transcripción tipo C1HDZ modulan principalmente la tolerancia a estrés
abiótico, incluida la sequía, en Marchantia este gen C1HDZ estuvo asociado a controlar la
formación de los cuerpos oleosos afectando la acumulación metabolitos secundarios. Entre
ellos, se destacó una fuerte caída de compuestos terpenoides conocidos en otras plantas por
regular la interacción planta-insecto. Este hallazgo abre nuevas hipótesis sobre el rol de
estos genes en plantas con flores y plantea nuevas estrategias para la producción de
metabolitos de importancia medicinal.
Javier Moreno y Facundo Romani son parte del grupo de autores del trabajo mencionado y pertenecen alLaboratorio de Biotecnología Vegetal del IAL.
Referencia: "Oil body formation in Marchantia polymorpha is controlled by MpC1HDZ and serves as a defense against arthropod herbivores". Facundo Romani, Elizabeta Banic, Stevie N. Florent, Takehiko Kanazawa, Jason Q.D. Goodger, Remco A. Mentink, Tom Dierschke, Sabine Zachgo, Takashi Ueda, John L. Bowman, Miltos Tsiantis, Javier E. Moreno. Current Biology (2020)